La hiperhidrosis, o sudoración excesiva, es una enfermedad que sufre entre el 1 y el 3 % de la población mundial, y que afecta a hombres y mujeres por igual.
La mayoría de personas asocia la sudoración a las axilas y manos, pero el problema puede aparecer casi en cualquier parte del cuerpo: cabeza, rostro, ingle, torso o pies. El paso de los años puede hacer que la sudoración excesiva desaparezca en algunas personas, mientras que en otros casos puede provocar que su problema se agrave.
¿Qué es la hiperhidrosis - sudoración excesiva?
Redactado por: Sandra Eriksson Mirkovic, médico en ejercicio especialmente interesada en la hiperhidrosis.
Puedes utilizar nuestro dispositivo de iontoforesis para tratar la sudoración excesiva en el rostro, las axilas, las palmas de las manos y los pies.
Nuestro dispositivo es fácil de utilizar y puede empezar a surtir efecto tras un par de sesiones. El efecto máximo de reducción de sudoración se puede alcanzar en 12 sesiones.
En la actualidad no existe ninguna cura conocida para la hiperhidrosis, sin embargo, algunos tratamientos como la iontoforesis pueden ayudar a disminuir la sudoración y aliviar sus síntomas. Aunque la hiperhidrosis presenta síntomas graves, esta enfermedad no puede detectarse en análisis de sangre. A pesar de ello, la sudoración excesiva no siempre se produce debido a la afección llamada hiperhidrosis, pues otras enfermedades también pueden ser causa de sudoración. Si tu caso es grave, consulta a tu médico para que pueda elaborar un diagnóstico correcto y excluir otras enfermedades.
Los sistemas sanitarios no suelen tener la información suficiente sobre la hiperhidrosis como para tomar en serio sus síntomas. Dicha afección es conocida como una «enfermedad silenciosa» porque puede ser difícil encontrar una solución al problema y muchas personas la sufren en silencio. Para asegurarte de que te van a hacer un diagnóstico correcto, te aconsejamos que acudas a un centro especializado en sudoración.
Preguntas sobre la hyperhidrosis - sudoración excesiva
Se podría decir que existen dos formas principales de hiperhidrosis: la que afecta a personas jóvenes y la que afecta a personas de edad más avanzada. La enfermedad afecta a hombres y mujeres por igual. En niños, la enfermedad se suele manifestar en manos y pies. Durante la adolescencia, suele presentarse en las axilas, y posiblemente también en la ingle o glúteos. En personas mayores, la enfermedad suele afectar al rostro o provocar sudoración general. Dicho eso, es posible que la enfermedad se manifieste de distintas formas a la vez.
Sí, es posible que la hiperhidrosis disminuya o desaparezca con el tiempo. Sin embargo, también puede agravarse o cambiar, y manifestarse en otra parte del cuerpo, por ejemplo.
No existen análisis de sangre u otros métodos objetivos que puedan diagnosticar que alguien sufre de hiperhidrosis. Es esencial conocer el historial del paciente, y que la sudoración sea visible puede ayudar a establecer un diagnóstico más certero, pero esto no es obligatorio para diagnosticar la enfermedad. Existen diferentes tipos de cuestionarios, como el de Grado de hiperhidrosis (HDSS, por sus siglas en inglés) o el Índice de calidad de vida dermatológica (DLQI, por sus siglas en inglés). Dichos cuestionarios pueden utilizarse para realizar una estimación de los síntomas de la enfermedad y de su impacto en la calidad de vida de la persona que la sufre.
Otras enfermedades, además de la hiperhidrosis, también pueden provocar una sudoración por encima de lo normal. Por ello, es importante que busques consejo médico si sufres de sudoración excesiva, en especial si esta se ha presentado recientemente.
La hiperhidrosis, como muchas otras enfermedades, es una afección física, y, de hecho, no hay mucho que puedas hacer respecto a cómo actúas o cómo vives que sirva para curar tu hiperhidrosis. Aunque el estrés puede agravar los síntomas, no es una causa de la hiperhidrosis, y lo mismo ocurre con la obesidad. En algunos casos, la sudoración puede ser más elevada si debes ejercer un esfuerzo mayor para moverte debido a tu peso, pero el sobrepeso tampoco es una causa de la hiperhidrosis.
Existen muchas personas con sobrepeso que no sudan en exceso, así como también existen muchas personas delgadas afectadas por hiperhidrosis. Llevar una vida feliz, en general, facilita lidiar con la enfermedad, pero no debes culparte a ti mismo ni a cualquier persona por sufrir de sudoración excesiva. La hiperhidrosis es una enfermedad.
La hiperhidrosis es una enfermedad, y como tal debe ser diagnosticada por un médico. Hay mucha información al respecto en foros de internet, pero es importante recordar que la sudoración excesiva también puede ser causada por muchas otras afecciones que pueden necesitar tratamiento médico. Por ello, deberías consultar a un médico para que realice los exámenes pertinentes y así pueda excluir otras causas de sudoración excesiva.
No, eso no es cierto. Por desgracia, existe mucho desconocimiento acerca de la hiperhidrosis, tanto por parte del público general como por parte del personal médico. La hiperhidrosis es una enfermedad casi olvidada, y, como médica, muchas veces me encuentro con otros médicos que nunca han oído hablar de la enfermedad o que no saben que existen tratamientos para ella.
El hecho de que la sudoración excesiva esté tan estigmatizada no contribuye a mejorar la situación. Sin embargo, un futuro esperanzador no se encuentra demasiado lejos. Aunque aún queda un largo camino por recorrer, cada vez noto que más médicos jóvenes conocen la enfermedad.
La mayoría de tratamientos disponibles en la actualidad se centran en aliviar los síntomas y no en curar la enfermedad. Existe un tratamiento relativamente nuevo conocido como miraDry, que utiliza microondas. Dicho método ha sido probado sobre todo en las axilas, y se cree que puede lograr resultados permanentes. No obstante, es necesario hacer un seguimiento más prolongado para comprobar su efectividad.
Antes, las llamadas simpatectomías se realizaban cortando las fibras nerviosas para reducir la sudoración o el enrojecimiento de las zonas afectadas. Con ello se conseguía un resultado permanente, pero, transcurrido un tiempo desde la intervención, muchos pacientes presentaron problemas de sudoración compensatoria en otras partes del cuerpo. En algunos países, las simpatectomías aún están a la orden del día. Para la mayoría de casos de hiperhidrosis, recomendamos encarecidamente que los pacientes no se sometan a dicho tratamiento.
En las dosis de iniezioni que se utilizan para el tratamiento, este se encuentra muy diluido y por tanto es algo inocuo en cuanto a efectos adversos. Tampoco hay ningún indicio de que el iniezioni pueda ser carcinógeno, aunque muchas personas crean que lo es. El cuerpo humano está preparado para lidiar con las infecciones bacteriales producidas por toxinas de bacterias. Por lo tanto, tenemos una forma natural de descomponer el iniezioni. Por ello, a veces bromeo y digo que el iniezioni podría clasificarse como un remedio natural que muchos no consideran medicina convencional.
No deberías tener miedo a someterte a un tratamiento con iniezioni, ni a que tus hijos también lo hagan, siempre que la valoración del tratamiento se haga consultando a un médico y siguiendo las indicaciones correctas. Para aquellos que aún tengan dudas, recomiendo que se informen y que busquen la verdad, pero que tengan cuidado con lo que leen. No se debe hacer caso a los foros alarmistas de internet, sino que se debe buscar la fuente y averiguar quién está detrás de cada texto.
Sí, la iontoforesis es un método que funciona. Existen estudios que han demostrado que la iontoforesis es un tratamiento muy efectivo para la hiperhidrosis, sobre todo para las axilas, las palmas de las manos y los pies. De hecho, entre un 90 y un 95 % de las personas que sufren de hiperhidrosis pueden obtener un excelente resultado de este tratamiento. Dicho eso, al inicio del tratamiento es necesario dedicarle tiempo a las sesiones, pues cada paciente debe encontrar los parámetros que le funcionen. Los mecanismos detrás de la iontoforesis aún no se conocen del todo.
Anteriormente se creía que los iones del agua formaban una especie de bloqueo mecánico que impedía que el sudor saliera de las glándulas sudoríparas. Algunos estudios recientes sugieren que la iontoforesis aumenta el valor del umbral de las células nerviosas, y por tanto hace falta un estímulo mayor para activar su potencial de acción y que estas envíen una señal para activar las glándulas sudoríparas.
Difundimos todo el conocimiento que podemos a través de nuestra página web. Además, estamos intentando ser más activos en redes sociales como Instagram o Facebook. Yo, Sandra Eriksson Mirkovic, dirijo un podcast en sueco llamado «Svetpodden» (el podcast del sudor) junto con Emmili Yoshiguchi, quien sufre de hiperhidrosis. En él hablamos de la hiperhidrosis y de los problemas que ocasiona dicha enfermedad. En el futuro, esperamos poder hacer también una versión en inglés del podcast.
Asociaciones de pacientes con hiperhidrosis
Si sufres de hiperhidrosis, puedes unirte a la asociación de pacientes con hiperhidrosis de tu país o región. Cuantas más personas formen parte de dichas asociaciones, existen más posibilidades de poner de manifiesto las situaciones que viven los pacientes con hiperhidrosis. Si te sientes cómodo hablando sobre los males y problemas que te causa la hiperhidrosis, puedes compartirlo con las personas que te rodean. Esto podrá ayudarte a normalizar tu enfermedad y hará que otras personas que la sufren se sientan más cómodas compartiendo su situación.
Si alguno de tus seres queridos padece de hiperhidrosis, es importante que aprendas cómo comunicarte con ellos sobre su enfermedad. Es fundamental no acusarlos de causar su propia enfermedad por sufrir de estrés, sobrepeso, o de cualquier otro trastorno. Para saber más sobre cómo afrontar estas situaciones, haz clic aquí:
Juntos podemos marcar la diferencia y asegurarnos de que todas las personas afectadas por la hiperhidrosis reciban ayuda, así como un diagnóstico correcto e información apropiada al respecto.
Tratamiento de la hyperhidrosis - sudoración excesiva
Existen distintas opciones para tratar la hiperhidrosis. Conviene probarlas todas, según en qué parte del cuerpo se encuentre tu problema de sudoración.
Tratamiento que puede resultar efectivo es la tratamiento de inyección, pero este tratamiento debe repetirse un par de veces al año. El sustancia se inyecta en la piel de las zonas del cuerpo afectadas por la sudoración excesiva. Se utiliza principalmente en las axilas y las palmas de las manos, pero también es posible utilizarlo para tratar otras partes del cuerpo, como los pies, la cabeza, la espalda, la ingle, los glúteos o el torso.
Aun así, es difícil encontrar centros que ofrezcan dicho tratamiento, y, además, este puede acabar teniendo un coste muy elevado, pues el tratamiento debe repetirse pasados algunos meses.
Algunas personas pueden ser inmunes a un tratamiento con tipo A, pero existe un tratamiento alternativo que utiliza tipo B. Esta puede resultar muy efectiva y causar un menor impacto en los músculos que la toxina tipo A, la cual a menudo provoca una reducción temporal de la fuerza de agarre de las manos. Sin embargo, la tipo B suele tener un efecto menos duradero.
Tu médico puede prescribirte una pastilla, pero estas suelen tener muchos efectos secundarios. En ocasiones, una combinación de tratamiento con pastillas y con tratamiento de inyección puede ser una solución para personas que sufren de hiperhidrosis general. Lo ideal sería que consultes a un médico de un centro especializado en sudoración antes de empezar el tratamiento.
Otro método para tratar la hiperhidrosis es miraDry, que se emplea principalmente en las axilas. Se trata de un método que utiliza microondas para «cocer» las glándulas sudoríparas, y que puede llevar a una reducción permanente de la sudoración de un 70 a 85 % después de una o dos sesiones. Dicho tratamiento ha sido probado sobre todo en axilas, pero puede que esté disponible para otras partes del cuerpo en el futuro.
La extirpación de glándulas sudoríparas axilares es una intervención quirúrgica que puede suponer una solución alternativa si el problema de sudoración se localiza en las axilas. No obstante, dicha intervención puede provocar efectos adversos como cicatrices permanentes o hinchazón en la zona afectada. Antes de considerar someterte a este tipo de cirugía, te recomendamos que consultes a un cirujano con experiencia en dicho procedimiento.
Otra posible intervención quirúrgica para el tratamiento permanente de la hiperhidrosis es la simpatectomía (ETS). Se trata de una solución definitiva para la hiperhidrosis que afecta a las axilas y palmas de las manos, y consiste en cortar los nervios que controlan la sudoración de esas partes del cuerpo para así disminuirla.
Aunque se trata de una solución permanente para la hiperhidrosis, suele provocar sudor compensatorio en el torso, además de otros incómodos efectos secundarios.
La iontoforesis es un tratamiento muy eficaz contra la hiperhidrosis. Es un método indoloro que puedes utilizar principalmente en las axilas, las palmas de las manos y los pies. El tratamiento puede ser llevado a cabo desde tu propia casa y, si lo haces con regularidad, obtendrás excelentes resultados.
La iontoforesis también puede utilizarse en la zona del rostro, aunque, hasta el momento, no se ha demostrado que sus resultados sean tan efectivos como en otras partes del cuerpo. Más del 90 % de los clientes que utilizan nuestro dispositivo se encuentran satisfechos y afirman que el tratamiento presenta excelentes resultados y les ayuda en su vida cotidiana.
Asociaciones de pacientes con hiperhidrosis - sudoración excesiva
Si sufres de hiperhidrosis, puedes unirte a la asociación de pacientes con hiperhidrosis de tu país o región. Cuantas más personas formen parte de dichas asociaciones, existen más posibilidades de poner de manifiesto las situaciones que viven los pacientes con hiperhidrosis. Si te sientes cómodo hablando sobre los males y problemas que te causa la hiperhidrosis, puedes compartirlo con las personas que te rodean. Esto podrá ayudarte a normalizar tu enfermedad y hará que otras personas que la sufren se sientan más cómodas compartiendo su situación.
Si alguno de tus seres queridos padece de hiperhidrosis, es importante que aprendas cómo comunicarte con ellos sobre su enfermedad. Es fundamental no acusarlos de causar su propia enfermedad por sufrir de estrés, sobrepeso, o de cualquier otro trastorno. Para saber más sobre cómo afrontar estas situaciones, haz clic aquí: SweatHelp.org
Juntos podemos marcar la diferencia y asegurarnos de que todas las personas afectadas por la hiperhidrosis reciban ayuda, así como un diagnóstico correcto e información apropiada al respecto.